viernes, 22 de noviembre de 2013

1937. El Juzgado Municipal de Zuera denuncia a Odón de Buen

Como en la denuncia de la  Alcaldía (ver aquí) y de la Guardia Civil (ver aquí) publicadas anteriormente, el Juzgado Municipal y varios vecinos hicieron constar las peculiaridades ideológicas y  políticas del ciudadano Odón de Buen y de sus hijos. Habrán podido observar que los textos son semejantes, sin ninguna duda están redactados por la misma mano.

La mecánica burocrática utilizada por el nuevo régimen fascista fue implacable, adoptando desde el principio formas paralegales similares a las utilizadas en la instrucción de un procedimiento legal: primero, toma de declaración a algunos vecinos afectos, casi siempre los mismos, que ponían de manifiesto las simpatías del investigado por el Frente Popular; segundo, informes de los poderes político (Ayuntamiento)  y militar (Guardia Civil) en el municipio, corroborando, incluso ampliando, y dando apoyo institucional a lo declarado por el elemento civil; y, para finalizar, informe del representante de la (in)justicia del nuevo orden con los que el Tribunal Civil de Responsabilidades Políticas iniciaba el expediente de incautación de los bienes del acusado.



De forma cínica y criminal  el conjunto de los ciudadanos que defendieron las instituciones republicanas fueron acusados de auxilio a la rebelión precisamente por todo lo contrario, por no sublevarse contra el Gobierno legal de la República. El resultado de la represión ejercida por los rebeldes en Zuera fue la ejecución de 194 mujeres y hombres (ver aquí). La mayoría de los  que se salvaron, como Odón de Buen, tuvieron que soportar la infamia de la incautación por los sublevados de sus bienes, todos en el caso de Odón. Algunos, además, largos años de cárcel.


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