viernes, 25 de julio de 2014

Sorpresas veraniegas: Felipe VI se explica ante Bolea, la Cope recurre a Larqué y un cuadernillo.



 

Por Zuera lo que haga falta, si hay que  ir se va. Así es y así ha sido. Congruentes con la responsabilidad que ostentan, la dirigencia popular en el Ayuntamiento de Zuera, su máxima representación,  el alcalde D. Antonio Bolea y el concejal (también diputado provincial) D. José Manuel Larqué están desplegando este verano una intensísima actividad protocolario - institucional que les ha llevado por diversos puntos de la geografía aragonesa y española.

Algunos no se lo creen, recalcan fuentes bien informadas, pero este quehacer no les agrada demasiado. Las tareas de representación, asistir a esos saraos,  aunque imprescindible para nuestro municipio, afirman, quita tiempo para otros asuntos y ya saben lo preocupado que está nuestro alcalde porque no hay presupuesto desde hace tres años.

Por eso, dado que su natural discreción, y su visión desinteresada del servicio público, les impide publicitar como se merece la labor diplomática que desarrollan; para conocimiento general de la ciudadanía destacamos en Jalisco alguno de los actos que nuestros próceres han dignificado con sus asistencia. Es de justicia. Como ellos, tímidos, no lo van a hacer, alguien debe explicar cómo ocupan su tiempo. Usted paga su sueldo, qué menos que conocer en qué se emplea.

FELIPE VI CON BOLEA Y OTROS

jueves, 3 de julio de 2014

Vehículo de Jalisco para la Policía Local de Zuera



El motocarro de Emiliano recién rotulado


Conscientes de los problemas financieros del Ayuntamiento de Zuera,  el accionariado de Jalisco propondrá próximamente a la Corporación que tan dignamente encabeza D. Antonio Bolea un programa de colaboración activa que, si se acepta, podría concretarse en la cesión a perpetuidad de un vehículo motocarro HZ 250 para su uso por la Policía Local. Y esto sólo sería el principio.

Fuentes bien informadas relatan, y Jalisco les cree, que las averías constantes del ya anticuado parque móvil municipal están creando numerosos problemas logísticos a nuestros valientes policías; aunque estos, impelidos por su profesionalidad, exigen utilizar en esas cada vez más habituales contingencias el (casi)todo -  terreno que habitualmente usa el guardia de montes.

Hemos de tener en cuenta, que el susodicho guardia –el que va de verde y habrán visto alguna vez por el monte- utilizaba el Suzuki (el casi todo - terreno)  que anteriormente usaban los alguaciles, porque el vehículo, ese sí todo-terreno, que tenía asignado falleció de muerte natural hace ya algunos años.

Esto se complica un poco más, ya que los alguaciles usaban el Suzuki, el (casi)todo – terreno, en estos momentos a disposición del guardia de montes, al asignar su anterior vehículo (recuerden, el pequeñito al que llamaba el cochecito “pin y pon”) al aparejador municipal.