miércoles, 15 de febrero de 2012

PERFIL DE UN LIDER. Antonio Bolea Gabaldón.


En aquél Pleno Extraordinario sorprendió a la Corporación y al resto de la audiencia. También a mí, que asistía estupefacto entre el público a un debate por fin de altura. Antonio Bolea, entonces portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Zuera, defendía con vehemencia, utilizando argumentos de los economistas neoclásicos, la oposición de su grupo municipal al Plan contra la crisis que un bienintencionado, pero diz que inexperto, Luis Zubieta presento para su debate.

Y lo Extraordinario fueron aquellas reflexiones. Se notó en la expresión satisfecha del alcalde, en aquellos momentos Don José Manuel, primero mentor y ya sosias de Don Antonio; y se reflejó, sobre todo, en un desorientado Zubieta que ante semejante alarde dialéctico, dudando, miró al soslayo, pidió oxígeno a su bancada y admitió, muy en su interior, la superioridad intelectual de su oponente.

Ese día, momento de auténtica Epifanía para quienes estábamos allí, ha quedado profundamente marcado en la conciencia –en el Alma si se me permite- de la gente de bien de Zuera. Un hombre recio y consecuente respondía con contundencia a los taimados argumentos socialistas demostrando el buen juicio y la preparación que el Grupo Popular exige a todos sus concejales. Más si, como él, era el recambio natural de Don José Manuel.

Pero, ¿quién es Antonio Bolea Gabaldón?. Nacido en una zona residencial del este de Zuera, pertenece a esa amplia y emprendedora estirpe de metalúrgicos que ha dado nuestro país: me viene a la memoria el gran Barreiros;   o en nuestra querida patria chica: los Averly, Mercier y otros.

Innumerables piezas de maquinaria de artes gráficas han pasado por sus manos dándoles el carácter que sólo un auténtico líder liberal conservador, o un buen mandrinador, es capaz de aportar al noble acero. Para no aburrirles con un currículo profesional por lo demás amplio, además, emprendió en el sector de la hostelería que, felizmente, abandono la pasada década.

Casado con una señorita, señora ahora, de la localidad se traslado definitivamente a Zuera tras los esponsales, donde instaló su domicilio familiar y continuo con una prometedora carrera política iniciada en la cercana ciudad de San Mateo de Gállego, de donde es originario.

Son abundantes los datos que sobre su actividad como concejal pueden aportarse, baste decirles que ha sido responsable de deportes, de patrimonio, de ecología y de juventud. Teniente de Alcalde y miembro de la Junta de Gobierno Local. Una persona, como ven, con  amplia experiencia y conocimientos; titular de una gestión contrastada en todas sus responsabilidades y capaz de combinar buen hacer, bonhomía y erudición.


¿Quién mejor que él para ser el nuevo Alcalde? Nadie. Y lo demostró el día trece de febrero al tomar posesión del cargo. En su intervención, mezcla perfecta de sabiduría y elegancia retórica, combinó política nacional y vida local, citó a nuestro genial Cervantes, a la antigua Grecia y al filósofo Ralf Dahrendorf del que ha tomado, para nuestro bien, todo su cuerpo doctrinal; mostrando que en Zuera toma las riendas de su ayuntamiento un hombre del Renacimiento.

Ha sido muy dolorosa la renuncia del amigo, siempre amigo, Larqué Gregorio. Pero alegrémonos, el nuevo primer edil de Zuera, Don Antonio, encarna el deseo de los que siempre hemos esperado que la política sea dirigida por el Rey Filósofo. No lo duden, amigos, es él.

Salve, “Profesore”.

Serafín del Salz
Sanador espiritual y Proctólogo colegiado.

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