¡¡PESETEROS!! Sí, peseterooos

Acabo de leer el boletín que el PSOE está entregando casa por casa estos últimos días y pensando en escribir algo me ha venido a la cabeza que, con su errores y aciertos, desde el gobierno o la oposición, los socialistas llevan 35 años informando de la actualidad municipal. Es la única organización política zufariense que aporta periódicamente su punto de vista sobre lo que pasa en el ayuntamiento, y eso es de agradecer.

Desgraciadamente, en estos momentos, sometidos a un auténtico apagón informativo por la cosa gobernante en el municipio desde hace siete años, la única forma de saber lo que deja de pensar el PP es hojeando el Socialistas de Zuera.

Viene esta introducción a cuento porque no sé si saben que el 3 de abril de 2014, hace ya treinta y cinco años, la democracia llegó a los ayuntamientos. Y con ella se restituyó a sus propietarios, al pueblo de Zuera, a sus ciudadanos, una administración que había sido durante 40 años patrimonio de una parte. Retornó la Política con mayúsculas, y en muchos aspectos se reconstruyó, literalmente, Zuera. Y no hablo solo de asfalto y ladrillo, que también. Me refiero al proceso que condujo a que los más volvieran a identificarse y a sentir suya la institución Ayuntamiento de Zuera, al reforzamiento de la cohesión social que eso supuso y a partir de ahí a la sensación, por lo menos en mi caso, de ser parte igual, de ser de verdad Ciudadano.

Esto es lo que yo recuerdo como espectador de aquellos primeros años. Y una derecha zufariense, o centro, al menos la que le tocó participar activamente en la política municipal, en la mayoría de las cuestiones más conectada con la realidad, más dialogante y más abierta que la actual.

Treinta y cinco años después la credibilidad de este ayuntamiento como instrumento de mejora del común está bajo mínimos. Estos últimos siete, en mayo se cumplirán, con mando en plaza de una derecha de carácter berroqueño han producido aquí una desafección amplia, una vuelta al principio,  porque  la realidad que en todos los sitios es áspera aquí roza lo ridículo.

Esto es lo que hay y lo que debemos cambiar.

Manos a la obra.

 ¡¡¡PESETEROS!!! sí, peseteros

Cuenta los amigos del PSOE en su boletín que  en octubre 2013 la secretaria del ayuntamiento les notificó que “José Manuel Larqué y otros” habían denunciado al Ayuntamiento de Zuera. En concreto, impugnaban una decisión plenaria del 11 julio de ese año en la que, por mayoría, se decidió rebajar las retribuciones a los concejales y eliminar una de las dedicaciones exclusivas: la que liberaba a sueldo completo a la concejala de cultura.

Obviamente, el señor Diputado Provincial y los concejales del PP afectados recurrían la decisión del Pleno con único objetivo: intentar seguir cobrando unos meses más unas retribuciones que en absoluto se ganan.

Las causas de la moción socialista del 11 de julio, todas relacionadas con la irrelevante e irresponsable gestión del PP en el ayuntamiento, son sobradamente conocidas. Repetimos las fundamentales: no poner en marcha ninguna de las 41 enmiendas presentadas por el PSOE, especialmente la de fomento de empleo, que sirvieron para que mediante la abstención de nuestro grupo se aprobaran los presupuestos de 2012. Decidir, de forma irresponsable, que no presentarían presupuestos en 2013, e incluso anunciar en la radio que irían prorrogando el presupuesto de 2012 hasta llegar a 2015. Prolongar de 15 a 20 años –con el consiguiente perjuicio económico- la concesión a Aqualia con la oposición de la mayoría de la Corporación. Y, para no alargar el párrafo, ser manifiestamente incapaces de llegar a acuerdos con la oposición estando en minoría.

Todo lo anterior aderezado con una pobrísima gestión de los asuntos ordinarios del ayuntamiento y una falta de transparencia e indigencia política sin precedentes. Está claro: si no hay gestión suficiente de la cosa pública tampoco debe haber sueldo.

El PP contra el Ayuntamiento de Zuera. El recurso presentado por “José Manuel Larqué y otros”, basado en cuestiones procedimentales, fue aceptado; y el Juzgado de lo contencioso administrativo nº 2 mediante sentencia de 18 de febrero anuló la moción socialista. Entendía el señor Juez que a su presentación como urgente en el Pleno de 11 de julio, aunque hubiera sido ratificada por la mayoría de la Corporación, le faltaba motivación, ya que  podía haberse  planteado como punto del orden del día en el Pleno del mes de agosto. Eso es todo, que no es poco, dada la natural inclinación del PP a dilatar aquellos procedimientos que les interesan poco, o como este nada.

Este fallo, que por lo leído acepta explícitamente la legitimidad política del PSOE  para presentar la moción y al Pleno para reducir las retribuciones, plantea algunas cuestiones interesantes. Una, a modo de ejemplo, muy principal: que la general aceptación por parte de los concejales, incluidos los de la oposición, a que el alcalde incluya puntos en el orden del día por el procedimiento de urgencia, como hace habitualmente, debería acabar. Con el voto de la  oposición no se deberían incorporar, a no ser, claro, que en cada caso el alcalde incorporara una sentencia favorable del Juzgado de lo Contencioso  nº 2.

Dado que al parecer no cabía recurso ante un Tribunal superior, los socialistas presentaron una propuesta en el mismo sentido al Pleno de marzo de 2014 que, albricias, ha sido incluida en su orden del día y aprobada por mayoría. Cobrarán solo unos meses más, tocándose la entrepierna pero cobrarán.

Hay un último aspecto reseñable que muestra cómo el PP utiliza los recursos municipales en su exclusiva beneficio. Nos referimos primero al nombramiento y después a la actuación del letrado que debía defender la decisión del Pleno, es decir, los intereses del ayuntamiento frente a los concejales del PP de Zuera: si ya es extraño que quien presenta la denuncia nombre también al abogado de la parte contraria (eso es lo que ha sucedido en este caso), lo absolutamente alucinante es que, además, tuviera que ser el Juez durante la vista, ante su silencio y el intento de allanarse, el que le obligara a intervenir en defensa de su cliente, el Ayuntamiento de Zuera, y no pareciera que estaba al lado de los demandantes.

Todo una barbaridad.