sábado, 4 de septiembre de 2010

Un revulsivo, porfa.

Con ocasión de las últimas fiestas, nuestro impedido pero legítimo alcalde nos ha ofrecido una paleta de miserias políticas que abarcan desde el reclamo publicitario en el programa, “gratis et amore”, de la señora Rudi, hasta el intento reprimido en el último segundo de solicitar el voto para el PP, en su inefable intervención de la Presentación de las Damas. Por el medio quedó su sectario saluda y el muy oportunista anuncio del PP en el Programa. Pero suponemos que éste último se lo pagan ellos. Ahora se dispone a malgastar unos cuantos miles de euros en la plaza de España, en una obra, que como ya se ha dicho desde esta misma tribuna, pierde todo su sentido al ser contemplada fuera del marco del casco urbano en su conjunto. El cualquier cosa hubiera estado mejor invertido ese dinero, por ejemplo en el alumbrado, tanto en uno nuevo (tan necesario), como en la reparación de las más de setenta farolas que no lucen en el Parque Fluvial. Por no hablar de la peatonalización de la calle Mayor, la mejora de las medidas contra el vandalismo, que tanto le preocupa o, cómo no, haber iniciado las obras del nuevo Parque empresarial en Los Llanos. Ya podía estar acabado y con parcelas a la venta. Suponemos que a partir de este momento y en particular cuando termine la plaza, dedicará su tiempo, amén de a la caricatura y al ñoño-diseño, a marginar a la Oposición y a seguir ocultando las tropelías de su socio del Par. Y luego, a pasar la bandeja. Ni en el mejor de los sueños se podía haber imaginado que en una coyuntura tan complicada como la actual, le fueran a “salvar” la papeleta (otra cosa son las elecciones) los dineros que le han llegado de las administraciones gobernadas por los socialistas. Con ellos va a intentar ocultar su desastrosa gestión de puertas para adentro, sea en el plano de lo económico, de la organización o, no digamos, de la modernización. Por no hablar del dinamismo cultural o de la cohesión social. No sabemos a ciencia cierta cuantos enteros habrá perdido Zuera tras cuatro años de flojera. De momento, si quitamos los bolos que hacen los medios de comunicación con motivo de las fiestas de los pueblos, el nuestro está prácticamente borrado del mapa. Por no salir, ni siquiera aparecen en prensa los concursos para la adjudicación de las obras. Será que utilizan otro sistema de concesión. Somos conscientes de que a una buena parte del pueblo de Zuera, estas cosas que contamos por aquí, le importa un bledo. Circunstancia que lejos de desmoralizar, debería servir de acicate para la otra parte, la que cree que las cosas pueden ser de otra forma, que se pueden cambiar. De hecho son ellos los que con sus votos consiguieron, y pueden volver a conseguir, que Zuera no se hunda en el anonimato y, se ahogue en esta atmósfera de vulgaridad y aldeanismo que nos envuelve. No hay tiempo que perder, que el cuerpo humano es capaz de adaptarse a los ambientes más desfavorables. Y lo que es más jodido, puede acabar sintiéndose a gusto. Un revulsivo, porfa.
Emiliano

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