miércoles, 6 de octubre de 2010

¿Qué está pasando aquí?



LA BALSA

Uno de los recursos a los que presumiblemente echará mano Larqué cuando pinten bastos, y al que hace tiempo que ya recurre en la intimidad, es a su condición de “rehén” con respecto a su socio del Par. Ya sabemos aquello de yo soy casto y puro, yo no quería, pero…

Por lo cual y para prevenir cualquier actitud exculpatoria o victimista a las que tan dado es nuestro alcalde, habrá que recordarle a él y tener claro todos los demás, que el entendimiento entre el PP y el del Par fue cosa de dos, y que si rechazó la posibilidad de gobernar en minoría, sería porque le convenía. Y que dado el paso, él es el alcalde tanto para lo bueno como para lo malo que, como el mismo sabe, no es poco.

Pero, vayamos con la balsa. Se trata de una infraestructura de abastecimiento que se está construyendo junto a los actuales depósitos de suministro de agua potable. Lo cual, aparentemente, es normal. Sin embargo, nos gustaría referirnos a las circunstancias que han rodeado su construcción y que hacen que todo en ella no sea tan normal ni tan transparente.

Lo primero que hay que poner en cuestión es la oportunidad y conveniencia de la obra, algo parecido a lo que sucede con el levantamiento de la Plaza de España. Una obra que como ya se ha dicho desde estas páginas era absolutamente innecesaria. Zuera está suficientemente bien dotado de reservas de abastecimiento en la actualidad con las tres balsas de reserva, interconectadas, que abastecen tanto al casco urbano como a los polígonos industriales. Se podrá decir que no está mal lo de prevenir, pero si algo exige echar mano de las expectativas de futuro es precisamente lo de prevenir y más en estos tiempos que corren donde el ahorro y las economías de escala se hacen tan necesarias.

Los tres municipios más importantes que conforman la Comarca del Bajo Gállego, Zuera, Villanueva y San Mateo están sometidos a un proceso de expansión que, con toda probabilidad, continuará cuando pase la crisis, otra cosa es el ritmo al que continúen dicha expansión. Los tres, aunque el Ayuntamiento de Zuera haya paralizado la ejecución de una nueva área industrial, tienen en marcha, hoy ralentizados, procesos de urbanización tanto de suelo industrial como residencial. Todos ellos depararán un importante impacto demográfico en los respectivos municipios cuando la actividad económica se normalice y sí, habría que estar preparados para cuando llegue ese momento. Donde queremos ir a parar es a que se ha perdido una gran oportunidad para unir las voluntades y los intereses de los tres municipios llevando a cabo una operación conjunta que hubiese podido solucionar definitivamente sus necesidades de abastecimiento a largo plazo. Villanueva tiene problemas crónicos de calidad de agua, lo mismo que Las Lomas del Gállego, aunque ahora dispongan de potabilizadora, tarde o temprano surgirá una nueva zona urbana en El Aliagar y San Mateo multiplicará sus necesidades de suministro en cuanto salgamos de esta etapa de parálisis. Hay cosas que no volverán a ser como antes y todo lo que sea integrar o mancomunar servicios constituye una línea de actuación que aquí, si quitamos el tema de residuos sólidos, está todavía por desarrollar.

Además la obra nos hubiera salido infinitamente más barata. Se hubiera afrontado el gasto proporcionalmente a los tres pueblos y además, entre los tres, hubiese sido mucho más fácil obtener ayudas de otras administraciones. Nuestros gobernantes no solamente no han sido capaces de encontrar ninguna subvención, sino que han tenido que recurrir al crédito, para hacer una obra que podía esperar, que se sitúa sobre suelo privado y que a largo plazo no es solución suficiente para Zuera.

Hay otras cuestiones secundarias en el tema, pero no por ello despreciables porque nos conducen a los interrogantes y dudas que se derivan de la gestión del área de urbanismo y que tienen que ver con la decisión, en absoluto explicada, de hacer una balsa de abastecimiento sobre suelo privado, cuando el Ayuntamiento tiene superficie de propiedad municipal en la zona que si no fuera la más idónea para localizar la balsa, si que es acta para permutas o intercambios. No estamos ahora con el tema de la austeridad?

El último interrogante que se plantea es el de la adjudicación de la obra que qué casualidad ha ido a parar a la misma empresa que está remodelando la plaza de España, que reformó e parquecillo de la petanca y también el de la entrada de la calle Candevanía. Nos gustaría saber por qué se adjudican todas las obras a la misma empresa y que además no es de Zuera. Se trata de obras, quitada la de la balsa, que son pequeñas y para las cuales hay sistemas de adjudicación que permitirían que las hicieran empresas locales o el propio Ayuntamiento con la sobreabundancia de mano de obra que en estos momentos tiene financiada por la Diputación Provincial.

Hay todavía un detalle final que, sin embargo, podría ir en primer lugar: ni el PP ni el Par llevaban en su programa electoral la construcción de esta balsa. Una vez más se cae en la improvisación interesada. Si no la consideraban prioritaria o necesaria, por qué se construye, sólo por aquello de sacar obra a concurso...? Porque si Zuera no la necesita, a quién le conviene forzar al ayuntamiento a hacer inversiones y gastos prescindibles...Qué está pasando aquí?

Emiliano

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