Los Pactos PP-Par en Zuera IV. Ambiciosos e inútiles II.

(Síntesis: Bolea -negación de la negación-)

COMPLETAS II

Cántico. Larqué se queda minoría. El Ayuntamiento se desliza peligrosamente hacia el desastre. Finalmente se inicia un esperpéntico proceso que termina, no se sabe muy bien por qué, con la dimisión del Alcalde (véaloaquí,  y aquí ).

Las explicaciones que da para su dimisión son oscuras, como todo lo sucedido hasta ese momento. ¿A qué fin semejante número cuando podía cesar al concejal del Par y seguir siendo el alcalde?. ¿Por qué meter al Ayuntamiento en una doble crisis de dimisión – elección?. Si dimite ¿por qué no se va renunciado igualmente al acta de concejal?. Mucho nos tememos que en esto último ha tenido que ver fundamentalmente el dinero; y, en todo, las dificultades del personaje para la argumentación racional.

El caso es que Nasarre es cesado todas sus funciones, Bolea elegido Alcalde con el voto favorable de del concejal de Par y el voto en blanco del PSOE y se inicia una “nueva etapa” de más de lo mismo, solo que el sueldo del concejal suspendido se lo intentan repartir entre el nuevo alcalde y la concejala Rodríguez:

D. José Manuel Larqué Gregorio    (dedicación DPZ)                                                   3.859 Euros

D. Antonio Bolea Gabaldón          (dedicación exclusiva- pendiente aprobación)       3.000 Euros 

Dª Mª Paz Rodríguez Marco           (dedicación exclusiva)                                            2.325 Euros

D. Rafael Gil Pérez                         (dedicación 10 horas semanales)                              706 Euros 

Dª. Naara Val Escuer                      (dedicación 10 horas semanales)                              706 Euros 

Dª. Isabel Higueras Polo                 (dedicación 10 horas semanales)                              706 Euros

Excelente comienzo, para ellos.

Oración. Como ya saben, y si no se imaginan, aunque nominalmente Bolea es el alcalde en realidad quien ejerce es Larqué. No es que exista bicefalia, no, sigue mandando el ex alcalde, y ya está. Hay varias causas para esto (esa que piensan también) y tienen que ver con esa visión general de la política que ya hemos comentado; y, en mi opinión, por la forma en que han conseguido la alcaldía, que si no ha sido fraudulenta ya que son el partido más votado del municipio, sí se ha producido despreciando los más elementales usos políticos: hoy firmo un acuerdo asimétrico por que no sé negociar con inteligencia y convicción, y una vez que consigo ser alcalde lo rompo y echo todas las culpas a la parte contraria.

Esa defectuosa estrategia que lidera nuestro D. José Manuel, la misma que defendía el mandato pasado solo que defendiendo a Nasarre y echándoles la culpa de todo a los socialistas, impregna todo el discurso del PP de Zuera. Ayer era prepotencia, hoy victimismo y miedo.

Mientras no cambie radicalmente este PP, Larqué manda y mandará.

Platero, gracias a Juan Ramón, ha sido el burro menos burro de todos los burros de la literatura; Bolea, gracias a Larqué y a Nasarre, va a ser el alcalde menos alcalde de todos los alcaldes de la vida municipal aragonesa. Esta es la realidad institucional.

Antífona final.  En nuestra modesta opinión, el origen de esta auténtica crisis municipal en Zuera, la causa profunda, esta en el PP. En Larqué. Más interesados en desmontar o en poner sordina a las realizaciones de las etapas de gobiernos socialistas, que de aplicar una política integradora de lo anterior con sus propias aportaciones, su práctica política, su dejar hacer, ha permitido vaciar de los valores de servicio público y austeridad al Ayuntamiento de Zuera, y por ahí se ha colado el nepotismo y la pillería.

Zuera es un  municipio hoy difícilmente gobernable. Y no sólo porque no hay una mayoría que apoye al Gobierno municipal del PP.  Lo es porque esos valores democráticos y aquellos otros tácitamente convenidos por todos, mediante los cuales el Ayuntamiento actuaba avanzando para alcanzar objetivos y metas comunes, al margen de quien era el partido mayoritario, ha desaparecido.

Muchos ciudadanos no se reconocen ya en el Ayuntamiento. Lo ven extraño a sus aspiraciones y a sus intereses. Por eso es urgente reflexionar políticamente sobre esta crisis de representatividad y ejemplaridad, de gobierno y de gobernabilidad, en la que nos han metido PP y Par.  Seguiremos.

Y todavía sin presupuestos para 2012.