EN LOS ALTOS DE JALISCO: Los Pactos PP-Par en Zuera IV. Ambiciosos e inútiles I

(Síntesis: Bolea -negación de la negación-)

COMPLETAS I

Examen de conciencia. Por la fisonomía de los acuerdos (vealos aquí) pueden deducirse los afanes de cada cual, los porqués de su firma. Y todos tienen que ver con los intereses personales de los que los suscribieron, Nasarre y Larqué.

Respecto del primer firmante, el portavoz del Par D. Francisco Nasarre Sus, no es ninguna casualidad que, además de la dirección de todo lo que tiene que ver con el urbanismo y las obras, impusiera en los acuerdos unas nuevas competencias para la Sociedad Municipal “Zuera de Gestión Urbanística” que también encabezaba:

“Las actuaciones preparatorias, estudios de viabilidad, redacciones de anteproyectos proyectos de obra, pliegos de clausulas administrativas y licitación de las siguientes acciones: Colector EDAR de San Mateo, Residencia de ancianos, desarrollo del P.I Huertos Norte, desarrollo del Polígono Industrial frente a autovía Huesca (y al lado de sus tierras)

Item más:

“Encomienda de gestión para la contratación del servicio público de abastecimiento de aguas. Encomienda de gestión para la contratación del servicio de suministro eléctrico. Encomienda de gestión para la elaboración de la auditoría de eficiencia energética.

Junto con:

“Tareas de Planeamiento, Gestión, desarrollo urbanístico y obras de iniciativa municipal.”

Y, atención:

“La concejalía de Medio ambiente o Zuera de Gestión Urbanística, a elección del concejal, se hará cargo de la gestión y explotación de los montes de uso fortestal.”

El argumento para dotar a la sociedad municipal de tan desmesuradas competencias durante todo el mandato, dejando al Ayuntamiento sin atribuciones y desprotegido ante cualquier irregularidad, se basaba en las dificultades de financiación que, debería concluirse, desaparecerían al gestionarlo directamente Zuera de Gestión y su Presidente, D. Francisco Nasarre.

Nada más lejos de la realidad. Sin gestión realizada, digna de mención, por el área de urbanismo en el mandato anterior con la que avalar tan desorbitada pretensión, sin programa político ni capacidad de trabajo, sin el apoyo real de la Corporación y con, este mandato sí, dificultades financieras en el Ayuntamiento, Nasarre sólo aspiraba a estar en primera línea para distribuir entre los suyos, él a la cabeza, redacciones de proyectos, concesiones de servicios y las pequeñas obras municipales. Al menos para intentarlo.

Y, por supuesto, seguir en el candelero y hacer ostensible su poder a través del cual echar la caña en el proceloso mundo del voto cautivo o por cautivar.

Sería interesante que alguien nos contara para qué están sirviendo algunos proyectos de unidades de actuación encargados, que no se van a realizar, al menos de momento, quién los hace, cómo se adjudicaron y se adjudican, y cuánto le están costando a las arcas municipales.

Respecto del segundo, el portavoz del PP, D. José Manuel Larqué Gregorio, su único objetivo, se desprende claramente del documento, era ser Alcalde, y repartir, éste también, los favores debidos en forma de dedicaciones exclusivas o parciales a los suyos. Lo de siempre, los sueldos a los concejales.

Ya hemos dicho que hubo impericia, falta de profesionalidad y dejadez por parte del PP al negociar los acuerdos, pero el interés principal se había conseguido. Y el hecho gravísimo es que Larqué firmó, única y exclusivamente para su provecho, un documento que desplazaba las competencias del Ayuntamiento de Zuera a una Sociedad Municipal controlada por una sola persona, Nasarre; algo que aunque difícilmente hubiera podido llevarse a cabo en toda su extensión, hacía evidente una visión de la política compartida por ambos en la que los intereses puramente personales, la privatización de las instituciones del común y la frivolidad dominaban a la práctica de servicio público a la ciudadanía y al municipio.

Antipolítica en estado puro. Indecencia.

Salmodia. Las escasas relaciones entre los cabeceras de lista del PP y Par, señores Larqué y Nasarre, finalizan con la rúbrica el 11 de junio del acuerdo para el mandato 2011-2015. Ningún obstáculo, todo lo contrario, ponen los concejales del PP ante unas condiciones tan poco favorables. A vegetar de nuevo otros cuatros años a costa de los contribuyentes.

El Pleno se celebra, Nasarre apoya a Larqué y es elegido Alcalde. Y fin de la legislatura.

Responsorio breve. La primera muestra de la solidez de la alianza, la aprobación en agosto de los presupuestos de 2011, no soportó la prueba de resistencia. El concejal Nasarre, después de un extraño requiebro, termina votando en contra de las cuentas; el PSOE hace lo mismo; y la torpeza de Larqué, incapaz de renegociarlos con su socio, el resto.

Otro año más sin presupuesto y sin inversiones.

No obstante, cobrar hay que cobrar. Y en septiembre, aprovechado que dos concejales socialistas no pueden asistir a un Pleno, D. José Manuel lleva para su aprobación las dedicaciones y los sueldos del PP y del Par que son aprobados, aunque también con el voto en contra de Nasarre.

Larqué ya era alcalde y, por serlo, diputado provincial. El resto tenía lo suyo, incluido Nasarre que no renuncia al sueldo aunque hubiera votado en contra, y comienza a cobrar lo estipulado. Hay que comer.