jueves, 7 de junio de 2012

Los Agustinos Recoletos en Zuera 1603-1835 ( I ). La Ermita y el Hospicio.


Daré fin a esta materia con lo que le sucedió al P. Felipe de la Soledad, estando en el Convento de los Santos de la Villa de Zuera: este era tan devoto de Ntra Sra del Niño Perdido que apenas había instante en que no pronunciara su Divino Nombre. Sucedíó, pues, que andando por cerca del Gállego, tropezó y cayo al río: y como iba por entonces rápido, lo arrastraron su corrientes y lo condujeron a un profundo dilatado pozo. En el se vio con manifiesto peligro de perder su vida, y para evitarlo no podían bastar sus fuerzas. Entonces de todo su corazón llamó a la Sagrada Virgen en su amparo, y sin saber como, se vio fuera de aquél abismo de aguas, y se mostró agradecido a este favor que conservó su devoción mientras Dios le tuvo en este mundo (1).

Pues bien, pese a que el Padre Felipe de la Soledad y el resto de los Agustinos Recoletos que durante 232 años vivieron en Zuera tuvieran tan grande protección, y que la  Virgen de Nuestra Señora de los Santos que cuidaban en la Ermita de su nombre era, igualmente, “Antigua y milagrera(2), en 1835, coincidiendo con la desamortización de Mendizábal, desaparecieron de nuestra Villa.

De su recuerdo queda únicamente un espacio vacío en la Calle de San Pedro, frente a la Plaza de España, que estuvo ocupado por el “Ospicio”: casa que necesitaron construir para cumplir con las disposiciones a las que se obligaban tras la firma de la Capitulación y Concordia(3),  firmada por el P. Gregorio de Alarcón y el Ayuntamiento de Zuera, el 6 de agosto de 1603.



Vendido antes o desamortizado después, el edificio pasaría a manos civiles: desconocemos si todo a la propiedad de un particular o se dividiría entre sus posibles inquilinos. La memoria nos llega hasta los años 50 y 60 del siglo pasado en el que la casa es propiedad de la familia De Buen y en ella viven alquiladas varias familias de Zuera ( Gracia, Zubieta, Aured...) El edificio fue derribado a principio de los años 70.

Pero volvamos con nuestros agustinos.

No era un cualquiera Fray Gregorio. Los Agustinos Recoletos, resultado de la separación de una parte de la familia agustina para formar una nueva congregación (Fray Luis de León(4) participó en la elaboración de sus primeras normas o “ Forma de vivir”), encargaron a Gregorio de Alarcón viajar a Roma en varias ocasiones: primero para conseguir una provincia autónoma recoleta (1602-1621) y posteriormente para su reconocimiento  como congregación, que consiguieron a partir de 1621. Junto a otros frailes elaboró sus primeras constituciones, siendo en diferentes periodos Definidor General, Prior, Vicario Provincial de Aragón y Superior de la Orden. Un primer espada.

Comenzada la expansión recoleta, en 1603 el Ayuntamiento de Zuera les solicita que se instalen en nuestro municipio, firmando con Fray Gregorio de Alarcón los compromisos a que ambas partes se imponían:

El convento de Zuera, Zaragoza, inaugurado el 10 de agosto de 1603, quedó instalado en la Ermita de Nuestra Señora de los Santos situado a poco más de dos kilómetros del pueblo, en los márgenes del río Gállego, muy venerada en Zuera y su comarca. El ayuntamiento les donó la ermita, con algunas casas y terrenos, y se comprometió a asistir a los religiosos en sus enfermedades proveyéndoles de médico y cirujano y dándoles , libre y francamente, todas las medicinas que tuvieran menester. Los frailes,  por su parte, se obligaban a custodiar ermita, a promover el culto a la virgen, a predicar algunos sermones de tabla y, sobre todo, a asistir a bien morir, siempre que fueran llamados, a los vecinos de la villa. La comunidad no podría bajar de diez religiosos, de los que dos deberían ser confesores y otros dos predicadores.

Las crónicas aplican a este convento el nombre de desierto y lo mismo hace en 1781 el vicario general Ignacio de San Bernardo, pero no queda constancia de que en él se siguiera el género de vida de los desiertos. Al aceptar la donación del ayuntamiento, la comunidad acepto asistir a los enfermos de la villa lo cual les obligó, dada la distancia a la ermita, a acomodar una casa en el pueblo para residencia en la villa del religioso que atiende a dicho empleo.

Esta casa u hospicio era bastante capaz y servia también de enfermería para los frailes. Su presidente era de ordinario el penitenciario de la parroquia. No consta la fecha en que fue abierto este hospicio, pero en 1638 ya existía (5)

Ya están aquí.

¡Qué descansada vida
la del que huye el mundanal ruido
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!
!

___________________________________________________________

(1) Historia de la prodigiosísima imagen de Nuestra Señora del Niño Perdido, escrito por Diego de Santa Teresa. Pag. 311-Valencia 1765. Pags 241 y 242 de la Historia General de la Orden Agustina Recoleta tomo VI 2ª parte de Pedro Fabo del corazón de María.

(2) Voz  “vírgenes. Ntra Sra de los Santos.  Enciclopedia  GEA El Periódico.

(3) Existe copia autentificada de 1743 en el Archivo Provincial de Zaragoza, Pleitos civiles, leg. 803 – n 3

(4) Orden Agustinos Recoletos. Constituciones e identidad carismática.  Ángel Martínez Cuesta. Pag 10. www.agustinosrecoletos.com

(5) Ángel Martínez Cuesta . Historia de los Agustinos Recoletos. Desde los orígenes hasta el siglo XIX. Pags 212-213.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Opinando que es gerundio