Los Agustinos Recoletos en Zuera 1603-1835 (II). El hecho milagroso acaecido en la Villa de Zuera.

Comenzó bien para nuestros recoletos el año de Señor de 1621. El 5 de junio Gregorio XV cursa el Militantes Eclesiae (1) y eleva a la provincia al grado de congregación. El convento de Zuera con los de Alagón, Benabarre, Bolea, Borja, Calatayud, Caudiel, Huesca, Valencia y Zaragoza, queda adscrito a la nueva provincia de “la Virgen del Pilar” cuyos límites geográficos se corresponden con los de la Corona de Aragón.

Unos meses antes, el 17 de marzo de 1621, como si fuera una señal, en presencia de Padre Juan Nogueras de San jerónimo, prior del convento augustino de Benabarre que se encontraba en Zuera, se produce un hecho sorprendente “que ha obrado nuestro Señor por una imagen de la Inmaculada Concepción” (2)(3).

El cielo aprueba con un milagro

los votos y juramentos inmaculistas de la Villa de Zuera.

El Padre Juan Nogueras había estado “ayudando bien morir” a un estudiante (imaginamos que en el hospicio de su orden en la calle San Pedro, aunque de la casa solo se sabe que en 1638 ya existía ) “sintiéndose necesitado de tomar algun refrigerio” se acerca a la casa de Matheo Maynar, Síndico del Monasterio de los Santos. Éste, le invita a “alguna nuez y vino blanco” y, dado que hacía una mañana muy rigurosa, ordena que echen a la lumbre “mucha de romero” para que se alzase llama:

..... y estando sentado el dicho Padre Fray Juan de San Jerónimo, una niña de seys a siete años estava jugando con un papel: (la hoja impresa del juramento inmaculista realizado) y el dicho religioso le dixo, que le diese aquel papel, lo cual rehusaba la niña: y cayo en medio de las brasas...............Y estando en esa porfía si la avia de castigar o no, que duró mucho rato. La muger le dixo, Padre dexemela castigar........ que echó en la lumbre la Imagen de la Inmaculada Concepción: porque hasta entonces el religioso no avía entendido que era papel de importancia, y bolvio lo ojos al fuego, y vio el papel desplegado, que estava entre las llamas....... y alargó la mano y lo saco dellas, y viendo que estava ileso y que las llamas no le avían ofendido y que en el estava estampada la Imagen de la Inmaculada Concepción se hinco de rodillas, y con lagrimas la adoro y dixo, No en valde Virgen Santísima, este papel no se ha abrasado estando vos en el y empeço a decir, milagro, milagro..........

 

 

Conocido el hecho por las autoridades eclesiásticas, ordenó su autentificación el obispo de Zaragoza, Ilustrísimo y Reverendísimo Señor Fray Pedro Gonçalez de Mendoza, hijo menor de la princesa de Éboli, presidiendo la comisión de juristas y teólogos para su estudio el abad Apaolaza (4), franciscano que al poco tiempo sería obispo de Teruel. El 28 de julio de 1621 el vicario general del arzobispado “firmó la sentencia definitiva que sancionaba favorablemente el juicio emitido por la comisión (5)”.

Milagro. Pero milagro, milagro, en el que uno de nuestros recoletos es testigo principal y del que el arzobispo González de Mendoza da cuenta al papa Paulo V en una carta enviada a la Santa Sede el 22 de noviembre de 1621.

Por cierto, nada dice la sentencia sobre el estudiante, que según la crónica también resucitó. No debieron encontrar nuestros teólogos pruebas ciertas que relacionaran su vuelta a la vida con la tenaz resistencia de la imagen de la Inmaculada a la lumbre con "mucha de romero"  del hogar de Matheo Maynar.

No se puede empezar mejor, en 18 años convento, hospicio y milagro. Parésceme oír el repiqueteo de las campañas del convento de Nuestra Señora de los Santos mientras los monjes, en el soto, recogen uvas y melocotones.

Aquí vive el contento,

aquí reina la paz; aquí, asentado

en rico y alto asiento,

está el amor sagrado

de glorias y deleites rodeado (6) .

 

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(1) Ángel Martínez Cuesta . Historia de los Agustinos Recoletos. Desde los orígenes hasta el siglo XIX. Pag 249.

(2) Citado por Ángel Martínez Cuesta en María en la espiritualidad y apostolado de los agustinos recoletos pag 485: BullOAR 2, 452. Un reflejo de este fervor inmaculista puede verse en el milagro acaecido el día 17 de marzo de 1621 en Zuera, en presencia del padre Juan Nogueras de San Jerónimo, prior del convento de Benabarre. El hecho alcanzó gran resonancia tanto entre el pueblo fiel como entre las autoridades eclesiásticas.

(3) J. POLO CARRASCO, “Un milagro concepcionista en la villa zaragozana de Zuera (17 de marzo de 1612) pags. 213-233”

(4) Juan José Polo Rubio. Historia de los Obispos de Teruel. Pag. 131. Instituto de Estudios Turolenses 2005.

(5) J. POLO CARRASCO, “Un milagro concepcionista en la villa zaragozana de Zuera (17 de marzo de 1612) pag. 224”

(6) Fray Luis de León. Noche serena.