NASARRE III "el ventolero" y el Alcalde inexistente

Está claro que Nasarre III que comparece por el Par y que tiene la llave del Ayuntamiento de Zuera está también dispuesto a buscarse la vida, no sabemos si también a ganársela, a través de la política. Y en este caso no de manera complementaria, sino a tiempo completo. A su paso por las Dependencias del Par en el Gobierno de Aragón, donde encontró acomodo durante un tiempo, pudo desarrollar algunas destrezas que ya poseía, a la Par que adquirir algunos malos hábitos. Malos hábitos, que merced a la pusilánime colaboración del alcalde, que le debe el cargo, ha importado al Ayuntamiento de Zuera.


Como buen representante de la derecha más castiza y al igual que su socio el alcalde, acostumbra a cantar en un sitio y poner los huevos en otro, que es lo que dicen que hace el Cuco. Quiere esto decir que todas sus actuaciones dentro del Ayuntamiento de Zuera, las sustanciales al menos, quedan en la más absoluta penumbra. Menos el sueldo que cobra, claro, que como todo el quiera saberlo sabe, era de 3000€ al principio del presente mandato. Pelillos a la mar

Los intereses privados que representa, es decir, los suyos y los de su entorno familiar, unidos a la flacidez y la incompetencia del alcalde provocaron la paralización de un nuevo Polígono industrial en los Llanos que hoy podía estar terminado. A cambio intentaron vendernos un proyecto para engañabobos en el Acampo Martón, del que ya no han vuelto a hablar, pero no por decencia, sino porque, como saben, hay cañas que con el tiempo se vuelven lanzas.

Desde que entró en el Ayuntamiento y el alcalde le entregó todas las competencias en materia urbanística, este señor está intentando sacar obra como sea. Porque le gustan mucho las obras. Pero no este tipo de obras que resignadamente se ve forzado a adjudicar a empresas que conoce bien: un parquecillo, un trozo de calle, un arreglo de pavimento, etc. .No, no. Las que le gustan y las que anda buscando desaforadamente desde el primer momento son las otras, las “gordas”. Porque no se puede comparar el juego que da adjudicar una obra de seismil euros, al que proporciona otra de, por ejemplo, seis millones de eruros. Aunque él no haga ascos a ninguna. A todas les encuentra algún interés adicional, desde una reforma en el cementerio a una balsa de agua que nadie le reclamaba. Es la suya una vocación, no necesariamente de servicio, pero a la cual estamos por prestarle todo tipo de atención, sobre todo porque la desarrolla sirviéndose de los recursos públicos. Porque si fueran suyos los dineros, allá películas...

Los Planes de Estabilidad del tan denostado Zapatero le han valido al Ayuntamiento de Zuera 2 millones de euros los últimos dos años. Y las políticas socialistas de la Diputación Provincial, más o menos, 330.000 €, si incluimos lo que recibirá en 2011. Procedente del INAEM dependiente del Gobieno de Aragón calculamos, y no al azar, que el Ayuntamiento va a recibir en cuatro años, otros 300.000 €. Es decir, un total 2.630.000 € procedentes de Administraciones socialistas, esas que dice Larqué que le marginan.

Con estas ayudas intentará salvar la cara al final del mandato el alcalde, y merced a ellas, nuestro hombre ha podido canalizar su ímpetu constructor y su espíritu, no sabemos si emprendedor o simplemente, negociador... durante esta su primera experiencia municipal. Es de suponer que al final habrá un reparto de méritos entre ambos. Sería lo razonable, lo último es reñir por ver quien capitaliza más este periodo anodino y chanchullero de la historia de Zuera que, sin embargo al alcalde volverá a parecerle el más brillante desde la época visigoda.

Con estos dineros y otros que, innecesariamente, han ido a buscar al banco están saldando el ejercicio. Sin olvidarnos de la Caja que dejaron los socialistas sea, en tesorería, con reservas de suelo en Zuera Sur, con un bajísimo endeudamiento y con un Convenio que se firmó con la empresa del Aliagar, en contra del cual estuvo el PP en todo momento mientras se tramitaba. Estas cosas, claro está, no nos las van a contar ellos, por eso lo hacemos nosotros.

Todo esto venía a cuenta del concejal de Urbanismo que anda tan preocupado por Zuera que tuvo que darle puerta al anterior arquitecto municipal porque no compartía sus preocupaciones, sobre todo las más personales.



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