La reacción inmediata por parte del mencionado concejal con mando en plaza es la de despedir, súbito, al técnico en cuestión que no se ha plegado a sus requerimientos. Motivo por el cual ordena redactar de inmediato un decreto de cese para que sea firmado por quien tiene capacidad para hacerlo, es decir, el Alcalde. La mencionada orden circula por los pasillos y principales despachos del Ayuntamiento antes de ser redactada, razón por la cual, la información deja de ser, digamos, restringida. No en vano en la Casa Consistorial trabajan numerosas personas, ninguna de los cuales tiene disminuidas sus capacidades visuales ni auditivas. Seguramente si el concejal hubiese pensado que pocos días después tendría que negar los hechos en un acto público (un Pleno del Ayuntamiento), hubiese actuado con mayor prudencia y discreción. Y el señor alcalde se lo hubiera agradecido.
En unos despachos piensan que “algo está pasando” y en otros varios “saben perfectamente” lo que está pasando”.
Continuará…
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Opinando que es gerundio